Cultivar microvegetales suele ser sencillo, pero incluso los cultivadores experimentados se enfrentan a dificultades de vez en cuando. No te desanimes: casi todos los problemas con los microvegetales tienen solución. Esta guía cubre los problemas más comunes (desde moho hasta crecimiento larguirucho y hojas amarillas) y cómo solucionarlos. Con algunos ajustes, volverás a cultivar microvegetales sanos y vibrantes en poco tiempo.
Problemas comunes en el cultivo de microvegetales
1. Moho o crecimiento velloso: Si observa manchas blancas y esponjosas en la tierra o tallos con olor a humedad, podría tener moho. Es importante distinguir el moho verdadero de los pelos radiculares inofensivos que producen muchos microvegetales (como el rábano o el brócoli). Los pelos radiculares se ven como una pelusa blanca uniforme a lo largo de las raíces y desaparecen al rociarlos con agua. El moho, en cambio, aparece en manchas irregulares (a menudo grisáceas o con forma de red) en la superficie de la tierra y se propagará si no se trata. Por qué ocurre: El exceso de humedad y la mala ventilación son los principales culpables. El riego excesivo (especialmente desde arriba), la alta humedad, las temperaturas cálidas y el hacinamiento de plántulas crean un ambiente propicio para el moho. Cómo solucionarlo: Céntrese en la prevención y actúe con prontitud. Asegúrese de que haya una buena circulación del aire: use un ventilador pequeño o al menos destape las bandejas en cuanto las semillas germinen para evitar el aire húmedo estancado. Riegue adecuadamente utilizando riego por abajo una vez que aparezcan los brotes, para que la superficie se mantenga más seca. Mantenga la temperatura ambiente moderada (alrededor de 18-24 °C), ya que el calor y la humedad favorecen la aparición de hongos. Comience siempre con equipos limpios y un sustrato de cultivo fresco y estéril para evitar la introducción de esporas. Si observa una pequeña mancha de moho, retire esa sección del cultivo y mejore la ventilación inmediatamente para detener su propagación. Algunos cultivadores rocían ligeramente las zonas afectadas con una solución diluida de peróxido de hidrógeno para eliminar el moho superficial. Para más información sobre este tema, consulte nuestra guía "Qué hacer cuando los microvegetales se enmohecen" (que explica en detalle la diferencia entre moho, pelos radiculares y estrategias antifúngicas). Enlace interno al artículo sobre moho.
2. Microvegetales larguiruchos o flexibles: Los microvegetales larguiruchos tienen tallos anormalmente largos y delgados. Pueden crecer tan altos y débiles que se inclinan en lugar de mantenerse erguidos. A menudo, se ven pálidos o amarillentos debido a la falta de clorofila. ¿Por qué ocurre? La luz insuficiente es la principal causa de los microvegetales larguiruchos. Si los brotes no reciben suficiente luz justo después de la germinación, se estiran buscándola desesperadamente. Esto puede ocurrir si se mantienen en la oscuridad (periodo de oscuridad) durante demasiado tiempo o si la fuente de luz es demasiado débil o está demasiado lejos. Las altas temperaturas también pueden contribuir: el calor hace que crezcan rápido y larguiruchos. El hacinamiento es otro factor, ya que las plántulas sembradas densamente pueden competir y estirarse hacia arriba por la luz y el espacio. Cómo solucionarlo: Proporcione a los microvegetales larguiruchos abundante luz tan pronto como broten. Una vez que la mayoría de las semillas hayan germinado, retire la cubierta opaca y coloque la bandeja bajo una fuente de luz intensa. Un alféizar soleado (orientado al sur en el hemisferio norte) o una buena luz LED de cultivo funcionan bien. Asegúrate de que la luz esté lo suficientemente cerca; incluso una ventana luminosa a varios metros de distancia puede causar estiramiento, así que acerca las bandejas al cristal de la ventana (ten cuidado con las corrientes de aire frío o el calor intenso). Proporciona al menos de 12 a 16 horas de luz diarias para la mayoría de las variedades. Si ves que las plántulas se inclinan hacia la luz, es señal de que necesitan más; puedes rotar las bandejas a diario para una exposición uniforme. Mantén la temperatura ambiente fresca (alrededor de 18 °C) en lugar de muy cálida, para fomentar un crecimiento más robusto. Por último, evita extender demasiado el periodo de oscuridad: la mayoría de las semillas de microvegetales solo necesitan de 2 a 4 días de oscuridad para germinar. Destaparlas rápidamente previene el estiramiento excesivo en la oscuridad. Desafortunadamente, una vez que los microvegetales se vuelven larguiruchos y blandos, no volverán a engrosarse. Todavía puedes cosecharlos y comerlos, pero aprovecha esta experiencia para ajustar tu próxima cosecha (más luz, oscuridad más corta, quizás un poco más de espacio entre las semillas). Para obtener más consejos sobre cómo arreglar microvegetales débiles y larguiruchos (y prevenirlo en el futuro), consulte " Cómo arreglar microvegetales larguiruchos" : enlace interno al artículo sobre microvegetales larguiruchos.
3. Hojas amarillentas: Es alarmante ver que tus microvegetales se ven de un amarillo pálido en lugar de un verde vibrante. No todo el amarillamiento es malo: los brotes nuevos son amarillos al emerger de la oscuridad (antes de ver la luz). Pero si tus microvegetales permanecen amarillos o empiezan a amarillear después de que deberían estar verdes, es señal de un problema. Por qué ocurre: La causa más común es, de nuevo, la falta de luz. Las plantas necesitan luz para producir clorofila (el pigmento verde), así que si no reciben suficiente intensidad o horas de luz, permanecen amarillas. Otra causa puede ser un crecimiento prolongado sin nutrientes; sin embargo, en un ciclo típico de microvegetales de 7 a 14 días, el aporte interno de nutrientes de la semilla suele ser suficiente. Solo si intentas cultivarlos durante mucho más tiempo (más de 3 semanas) podrían agotar sus nutrientes y volverse pálidos. El exceso de riego o los problemas de hongos también pueden causar manchas amarillas y marchitas; por ejemplo, el marchitamiento fúngico (un hongo del suelo) puede pudrir los tallos y provocar marchitamiento o amarilleamiento, incluso con suficiente luz. Por el contrario, la falta de riego puede hacer que las plantas se marchiten y palidezcan al secarse. Cómo solucionarlo: Primero, ¡dales luz! Si te das cuenta de que mantuviste la bandeja cubierta demasiado tiempo o con poca luz, muévela a un lugar brillante o bajo luces de cultivo inmediatamente. La mayoría de los microvegetales amarillentos reverdecerán en uno o dos días con la exposición adecuada a la luz. Aumenta tus horas de luz diarias o usa una luz más fuerte si es necesario. Asegúrate de no mantener la cúpula opaca encendida durante días excesivos. Luego, revisa el riego: ¿Las plantas tienen sed? Si el medio de cultivo se siente seco, riega suavemente (agua de fondo o rocía ligeramente) y deberían animarse. Si, en cambio, el medio está encharcado y ves tallos viscosos, es posible que tenga podredumbre: mejora la circulación del aire y deja que la bandeja drene; es posible que tengas que desechar las secciones muy afectadas. Ten en cuenta que las hojas de las semillas (cotiledones) de los microvegetales a veces se vuelven amarillas y se caen naturalmente una vez que se forman las primeras hojas verdaderas; eso es normal y no es un problema. Para potenciar el reverdecimiento en casos con deficiencias leves de nutrientes (por ejemplo, microvegetales cultivados en fibra de coco simple durante más de dos semanas), puede probar un fertilizante líquido orgánico a media concentración una vez que aparezcan las hojas verdaderas. Sin embargo, esto rara vez es necesario para los microvegetales típicos. Concéntrese en la luz y el riego adecuado. Para una exploración detallada de los microvegetales amarillos y cómo restaurar su color, lea "¿Por qué mis microvegetales están amarillos? Causas y soluciones" (enlace interno al artículo sobre el amarillo).
4. Crecimiento desigual en la bandeja: A veces, un lado de la bandeja de microvegetales prospera mientras que el otro sufre. Es posible que vea una esquina con vegetales altos, listos para cosechar, y otra con un crecimiento bajo o escaso. Por qué ocurre: Las dos razones principales son la luz y la humedad desiguales. Si un lado de la bandeja recibe más luz (por ejemplo, está más cerca de una ventana o un bulbo), ese lado crecerá más rápido. El lado sombreado se retrasará. De igual manera, si el riego no es uniforme, algunas partes de la bandeja pueden secarse más rápido (a menudo, los bordes se secan primero) o, por el contrario, permanecer demasiado húmedas, lo que ralentiza el crecimiento en esas áreas. La nivelación de la bandeja también es importante: una superficie desnivelada puede provocar que el agua se acumule en una zona y no llegue a otra. Otro factor es la distribución de las semillas. Si las semillas se distribuyeron de forma desigual, algunas parcelas podrían simplemente tener menos plantas. O si el peso/la cobertura durante la germinación no fue uniforme, las semillas en algunas zonas podrían no haber hecho contacto firme con la tierra y, por lo tanto, germinar mal. Cómo solucionarlo: Asegúrate de que la iluminación sea uniforme girando la bandeja a diario si usas luz solar, o usa una luz de cultivo que cubra toda la bandeja de manera uniforme. Comprueba que tu espacio de cultivo no tenga una temperatura o flujo de aire diferente en un lado (evita colocar un extremo de la bandeja cerca de un calefactor o una ventana con corrientes de aire). Riega de manera uniforme: esto ayuda a regar desde abajo al llenar la bandeja que está debajo, lo que distribuye la humedad de forma natural. Si riegas desde arriba, rocía toda la bandeja de manera uniforme. Recuerda que los bordes suelen secarse más rápido, por lo que es posible que tengas que rotar o ajustar ligeramente el riego para compensar. Usar el dedo para sentir la humedad en el centro y las esquinas puede indicarte si algunas secciones están demasiado secas o demasiado húmedas. Siempre drena el exceso de agua; un centro encharcado puede atrofiar esas plantas. Para futuros cultivos, siembra las semillas lo más uniformemente posible. Tómate tu tiempo para esparcir las semillas para que todas las áreas reciban una densidad similar. Además, usa una superficie plana y nivelada para las bandejas. Si un lado de la bandeja estaba más bajo, ese lado podría haberse mantenido más húmedo; ajústalo nivelándolo o perforando agujeros de drenaje si es necesario para evitar que se formen charcos. Si, a pesar de todos tus esfuerzos, una mitad de la bandeja está lista antes que la otra, puedes cosechar primero la parte más alta. Dale un poco más de tiempo y cuidado a la parte más pequeña; podría recuperarse. Nuestro artículo "¿Crecimiento desigual de los microvegetales? Aquí te explicamos cómo solucionarlo" ofrece más información sobre cómo diagnosticar y prevenir el crecimiento irregular (enlace interno al artículo sobre crecimiento desigual).
5. Rendimiento bajo o crecimiento lento: Has seguido las instrucciones, pero tu cosecha parece escasa o los microvegetales crecen a paso de tortuga. Si no obtienes la cosecha esperada, varios factores podrían estar influyendo. Por qué sucede: Una razón común es la falta de semillas: si sembraste muy rala, simplemente no obtendrás una bandeja completa de microvegetales (los cultivadores comerciales usan densidades de semillas específicas para cada cultivo para asegurar una bandeja exuberante). Por otro lado, usar semillas viejas o de mala calidad puede resultar en una baja germinación, lo que significa que muchas semillas nunca brotan y el rendimiento es bajo. La temperatura afecta fuertemente la velocidad de crecimiento: los microvegetales crecen más rápido a temperatura ambiente (~20 °C). En una habitación fría (digamos 15 °C), espera una germinación y un crecimiento más lentos. Las condiciones extremadamente cálidas (por encima de ~27 °C) pueden causar problemas como el marchitamiento fúngico o un crecimiento desgarbado que podrían reducir la cosecha total. Agua y medio: Si las semillas se secaron en algún momento, muchas permanecerán latentes o morirán, dando como resultado una bandeja irregular y de bajo rendimiento. Por el contrario, las condiciones de encharcamiento pueden pudrir las semillas o las raíces, lo que también reduce los rendimientos. Luz: Después de la germinación, la luz insuficiente puede ralentizar el crecimiento y dar como resultado plantas más pequeñas y débiles (también pueden ser pálidas o larguiruchas, como se mencionó). Además, las diferentes variedades de microvegetales tienen diferentes potenciales de rendimiento y plazos. Los de crecimiento rápido como el rábano o la mostaza pueden estar listos en 7-10 días, mientras que las hierbas como la albahaca o las semillas más lentas como la remolacha y la acelga pueden tardar más (14-21 días). Si cosechas una variedad de crecimiento lento al mismo tiempo que una rápida, obviamente obtendrás menos producción simplemente porque no estaba madura. Cómo solucionarlo: Primero, asegúrate de usar semillas frescas de alta tasa de germinación de un proveedor de buena reputación; esto por sí solo evita muchos problemas de rendimiento. Revisa las etiquetas de los paquetes de semillas para conocer las tasas de germinación (cualquier valor muy por debajo del 90% dará rendimientos notablemente menores, y por debajo del 75% es problemático). A continuación, siembra suficientes semillas para el tamaño de la bandeja y el tipo de cultivo. Las guías de microvegetales suelen recomendar ciertos gramos de semillas por bandeja; usa esas pautas para una siembra densa pero no superpoblada. Si sospechas que sembraste de menos, aumenta la cantidad la próxima vez. Optimiza tu entorno: mantén la temperatura de cultivo en torno a los 18-22 °C para la mayoría de las variedades y mantén una buena humedad (ni demasiado seca ni demasiado húmeda). Riega de forma constante: el sustrato debe permanecer húmedo (pero no encharcado) durante todo el cultivo. Si observas que el crecimiento es lento, evalúa la luz: proporciona mucha luz una vez que los brotes hayan salido del apagón, ya que esto impulsa la fotosíntesis y el crecimiento. Intenta tener al menos 12 horas de luz diarias y considera iluminación suplementaria si la luz ambiental interior es débil. Además, tenga paciencia y ajuste las expectativas al cultivo. Por ejemplo, si cultiva microvegetales de cilantro, estos tardan más en germinar (a veces de 7 a 10 días solo para brotar) y no producirán tanta biomasa como los guisantes o los girasoles en el mismo tiempo. Asegúrese de cosechar en el momento adecuado: la mayoría de los microvegetales se cortan mejor cuando tienen cotiledones completamente desarrollados y quizás el primer indicio de hojas verdaderas. Si corta demasiado pronto, la producción será menor; si corta demasiado tarde, corre el riesgo de que se echen a perder o que la textura sea dura. Por último, recuerde que la práctica hace al maestro. Anote sus ciclos de cultivo: si un lote tuvo una producción baja, anote la cantidad de semillas, la variedad y las condiciones para ver qué puede mejorar la próxima vez. Para obtener una guía completa sobre cómo aumentar sus cosechas de microvegetales y solucionar problemas de crecimiento lento, consulte " Cómo solucionar problemas de producción baja o crecimiento lento" (enlace interno al artículo sobre producción baja).
6. Otros problemas: Si bien los cinco anteriores son los problemas más comunes, es posible que enfrente algunos otros inconvenientes:
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Germinación deficiente: Si brotan muy pocas semillas, considere la calidad y el almacenamiento de las semillas. Las semillas viejas o un almacenamiento inadecuado (demasiado húmedo o caluroso) pueden afectar su viabilidad. Además, algunas semillas grandes necesitan remojo previo (guisantes, girasol, remolacha) para germinar uniformemente. Asegúrese de mantener las semillas constantemente húmedas durante los primeros 3 a 5 días; un error que cometen muchos principiantes es dejar que se sequen después de uno o dos días, lo que puede detener la germinación. Usar una cúpula o cubierta de humedad durante la fase inicial ayuda, pero asegúrese de retirarla una vez que la mayoría de las semillas broten para evitar la formación de moho.
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Podredumbre de las plántulas (Damping Off): Esta es una enfermedad fúngica específica en la que las plántulas se vuelcan repentinamente desde la base y mueren. A menudo se confunde con el moho. La podredumbre de las plántulas suele deberse a un suelo cargado de patógenos, condiciones excesivamente húmedas y mala circulación del aire. Desafortunadamente, si ocurre, las plántulas afectadas no se pueden salvar. La mejor estrategia es la prevención: use tierra y bandejas limpias y estériles, no riegue en exceso y permita que las plántulas circulen el aire (incluso con una suave brisa de un ventilador). Si experimenta podredumbre de las plántulas, deseche todo el lote (no se lo coma) y comience de nuevo con equipo esterilizado.
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Plagas: En interiores, las plagas son menos comunes, pero ocasionalmente, los mosquitos del mantillo o los pulgones pueden encontrar sus microvegetales. Las señales incluyen pequeñas moscas en la tierra (mosquitos) o residuos pegajosos de pulgones o moscas blancas en las hojas. Evite las plagas usando tierra fresca para macetas (no tierra de jardín que pueda contener huevos) y manteniendo limpia el área de cultivo. Si ve plagas, puede que tenga que desechar la bandeja para evitar que se propaguen o usar remedios orgánicos suaves (como aceite de neem o jabón insecticida) si la época de cultivo lo permite.
Mantén la calma y sigue creciendo
No seas demasiado exigente contigo mismo si tus microvegetales presentan alguno de estos problemas. Incluso los cultivadores profesionales ven manchas de moho o plántulas alargadas de vez en cuando; es parte del proceso de aprendizaje. La buena noticia es que los microvegetales crecen tan rápido que puedes solucionar los problemas y volver a intentarlo casi de inmediato. Al observar tus bandejas a diario, puedes detectar los problemas a tiempo y hacer pequeños ajustes en el riego, la luz o el flujo de aire para corregir el problema. Recuerda que cada variedad puede tener sus propias peculiaridades: por ejemplo, los microvegetales de girasol son propensos a un poco de moho debido a sus cáscaras gruesas (solo dales un flujo de aire adicional), y los brotes de guisante absorben mucha agua para que se sequen más rápido en los bordes. A medida que ganes experiencia, te familiarizarás con estos matices.
Sobre todo, empieza con semillas de calidad y un cultivo limpio. Muchos problemas (mala germinación, enfermedades) se pueden evitar usando semillas frescas, probadas, con altas tasas de germinación y sin patógenos . En Deliseeds, nos enorgullecemos de ofrecer semillas de microvegetales limpias y de alta calidad para que tu cultivo comience con fuerza. Combinando buenas semillas con las técnicas adecuadas (riego adecuado, abundante luz, ventilación y cuidados), obtendrás bandeja tras bandeja de microvegetales nutritivos. ¡Feliz cultivo y disfruta del aprendizaje con cada cultivo! ¿Listo para volver a intentarlo? Explora nuestra selección de microvegetales de Deliseeds para encontrar semillas confiables que te llevarán al éxito.