(Llevando color y sabor del huerto al plato: con consejos sobre variedades populares, uso seguro e ideas creativas de decoración).
Las flores comestibles tienen un encanto especial. Pueden transformar un plato o postre sencillo en una obra maestra visual, añadiendo toques de color y sabores sutiles que sorprenden y deleitan. Desde las capuchinas picantes en ensaladas hasta las violetas confitadas en pasteles, las flores comestibles ofrecen una fusión de belleza y sabor . Esta guía completa te explicará todo lo que necesitas saber sobre las flores comestibles: qué flores se usan comúnmente (y qué sabor tienen), cómo cultivarlas, consideraciones de seguridad y formas divertidas de decorar tus comidas y bebidas. Al final, estarás listo para crear un festín para la vista y el paladar con flores comestibles de tu propio jardín.
Una galería de flores comestibles populares y sus sabores
Empecemos con las estrellas del espectáculo: las flores. Muchas flores son comestibles, pero algunas son especialmente apreciadas en la cocina por su sabor o atractivo visual. Aquí tienes seis flores comestibles populares que puedes cultivar y usar, cada una con una breve descripción:
1. Pensamientos y violas (especies de Viola)
Sabor: Los pensamientos y sus primas más pequeñas, las violas, tienen un sabor delicado y ligeramente dulce con sutiles notas de gaulteria o herbáceas. Algunos dicen que su sabor recuerda a la lechuga o al pepino, con un toque de frescura mentolada (la nota de gaulteria). Su sabor no es muy intenso, sino más bien fresco y verde, lo que las hace muy versátiles.
Usos: Se encuentran entre las flores comestibles más comunes para decorar postres y ensaladas. Los pensamientos vienen en una amplia gama de colores y suelen tener un llamativo diseño de "caras". Se pueden confitar (pintar con clara de huevo y azúcar) para conservarlos como elegantes decoraciones para pasteles. Gracias a su sabor suave, quedan igual de bien en platos salados: imagine un canapé de queso de cabra y flor de violeta. En bebidas, un pensamiento congelado en un cubito de hielo es un tema de conversación. Los pensamientos también son una de las pocas flores adecuadas para prensar quesos o mantequillas para una presentación floral.
2. Capuchinas (Tropaeolum majus)
Sabor: Las flores de capuchina tienen colores vibrantes (rojos, naranjas, amarillos) y un distintivo toque picante , similar al del berro o el rábano. ¡Pueden resultar sorprendentemente picantes para quienes las prueban por primera vez! Su sabor suele describirse como a mostaza o ligeramente ácido. Tanto las flores como las hojas de la capuchina son comestibles y comparten este perfil picante.
Usos: Gracias a su intenso sabor, las capuchinas son fantásticas en platos salados. Se suelen usar en ensaladas para añadir un toque picante (tanto de sabor como visual). También se pueden picar las flores o las hojas para preparar una mantequilla de hierbas con sabor a pimienta o un pesto colorido. Las flores enteras son una guarnición llamativa en platos, como para cubrir huevos rellenos o una tabla de quesos con unas flores de capuchina. También quedan deliciosas rellenas: por ejemplo, se puede añadir un poco de queso crema con hierbas a la capuchina para un aperitivo de un bocado. Cabe destacar que, gracias a su intenso sabor, combinan bien con platos contundentes o suaves que se benefician de un contraste picante.
3. Borraja (Borago officinalis)
Sabor: Las flores de borraja (generalmente de forma estrellada y azules) tienen un sabor suave a pepino con un toque dulce. Algunas personas también detectan un ligero toque salado o a ostra en la borraja muy fresca, pero en general se suele comparar con un sabor fresco a pepino o melón. La textura de los pétalos es delicada.
Usos: La característica única de la borraja es su refrescante sabor a pepino , que la hace perfecta para bebidas y platos ligeros. Un uso clásico es en bebidas de verano: congela las flores de borraja en cubitos de hielo o hazlas flotar en un vaso de Pimm's o limonada para un efecto magnífico y un sabor sutil. Las flores también son bonitas en pasteles (piensa en estrellas azules sobre glaseado blanco) aunque su sabor no es dulce; para el gusto, son mejores en contextos salados o neutros. Puedes tirarlas en una ensalada, especialmente ensaladas de frutas o aquellas con melón, para complementar con una nota fresca. Históricamente, la borraja también se usa en tés de hierbas o confitada. Ten en cuenta que la planta tiene hojas peludas (también comestibles en sopas), pero las flores en sí son suaves.
4. Caléndula (Calendula officinalis, también conocida como caléndula)
Sabor: Los pétalos de caléndula tienen un sabor ligeramente picante y ácido, con un ligero amargor similar al del azafrán o la achicoria. De hecho, a la caléndula se le suele llamar "azafrán de los pobres" porque sus pétalos de color amarillo anaranjado pueden aportar un color similar al del azafrán (y un ligero sabor picante) a los platos. Su sabor no es dulce; varía de ligeramente amargo a ligeramente picante, según las condiciones de cultivo.
Usos: Debido a su color y su suave sabor picante, la caléndula se usa como colorante y condimento. Puedes añadir los pétalos (la parte comestible, no el centro) al arroz, las sopas o los huevos revueltos para darles un tono dorado y un toque de sabor. Por ejemplo, añade algunos pétalos de caléndula a la paella o a un caldo para imitar el color del azafrán. También son una guarnición brillante para ensaladas o sándwiches abiertos. Los pétalos de caléndula se pueden secar y desmenuzar como condimento. En los postres, aportan un toque de color naranja, por ejemplo, espolvoreados sobre un cupcake glaseado, aunque su sabor es más adecuado para platos salados. También se usan en infusiones y productos para el cuidado de la piel, aunque su uso va más allá de la cocina.
5. Aciano (Centaurea cyanus, también conocida como botón de soltero)
Sabor: Los pétalos de aciano se destacan más por su apariencia que por su sabor: tienen un sabor muy suave, ligeramente picante o a clavo, pero a menudo se consideran bastante neutros. Algunos detectan un toque dulce o un sabor a verde crudo, pero es tenue. Su principal atractivo reside en su llamativo color azul (aunque también los hay rosa, morado y blanco).
Usos: Las flores de aciano son muy populares en decoración porque ese azul natural es poco común en las comidas. Se suelen usar secas en mezclas de té (como el famoso té Lady Grey, que tiene pétalos de aciano) para añadir un toque visual. Frescas, puedes esparcirlas en cualquier cosa para darle un toque de azul: pasteles, ensaladas, cócteles. Gracias a su sabor sutil, no desentonarán. Combinan muy bien con el chocolate: imagina una tarta de chocolate negro espolvoreada con diminutos pétalos azules: un hermoso contraste. Las flores de aciano también se pueden congelar en hielo o usar en mantequilla floral. Se han usado históricamente en Europa como guarnición en vinos y licores. Un detalle importante: usa solo los pétalos, ya que la base de la flor puede ser firme.
6. Caléndula (Tagetes tenuifolia o Tagetes patula)
(Nota: No todas las caléndulas son sabrosas; nos referimos específicamente a ciertos tipos como las caléndulas de sello que a menudo se venden como comestibles). Sabor: Ciertas caléndulas, en particular las pequeñas caléndulas de sello (Tagetes tenuifolia), tienen un sabor cítrico, ligeramente amargo que recuerda a la cáscara de naranja o la manzanilla . Otras pueden ser más picantes o incluso tener un sabor parecido al estragón (de hecho, el estragón mexicano es un tipo de caléndula). Los pétalos de la caléndula de maceta los cubrimos en la caléndula, pero las caléndulas francesas y los sellos también son comestibles. El sabor puede variar desde parecido al azafrán en algunos (de ahí otro apodo "azafrán del pobre" usado también para las caléndulas) hasta algo amargo o picante.
Usos: Las caléndulas de sello producen masas de pequeñas flores amarillas/naranjas que a los chefs les encanta usar en ensaladas y postres para darles un toque cítrico. Puedes espolvorear esos pétalos sobre una ensalada de frutas o usarlos como guarnición en mariscos (su ligero amargor puede complementar mariscos ricos). Los pétalos de caléndula francesa (Tagetes patula) se pueden moler para agregar color al arroz. Además, las caléndulas se usan a menudo en aceites o vinagres aromatizados , infundiendo un tono naranja y un sabor sutil. Una idea creativa: usa mantequilla compuesta de pétalos de caléndula para cubrir pescado a la parrilla, impartiendo color y un toque de amargor cítrico. También quedan bonitos en el borde de una copa de cóctel (pégalos con un poco de clara de huevo o jarabe). Como siempre, usa solo los pétalos; el talón blanco (o verde) del pétalo puede ser amargo, así que quítalo para obtener un mejor sabor si lo hay.
Por supuesto, hay muchas más flores comestibles (rosas, lavanda, manzanilla, hibisco, etc.), pero las mencionadas anteriormente son ideales para empezar y probablemente estén fácilmente disponibles en forma de semillas. Cada una aporta su propio color y sabor.
(Sugerencia de enlace interno: Visite nuestra sección de semillas de flores comestibles para encontrar semillas orgánicas de pensamiento, capuchina, borraja, caléndula, aciano y más, perfectas para crear su propio jardín de flores comestibles).
La seguridad es lo primero: uso seguro de flores comestibles
Antes de empezar a comer flores del jardín, una advertencia esencial sobre seguridad. No todas las flores son comestibles; de hecho, algunas son altamente venenosas. Incluso las comestibles deben consumirse bajo ciertas condiciones:
-
Conozca sus flores: Identifique con precisión cualquier flor antes de comerla. En caso de duda, no la coma. Elija variedades comestibles conocidas, como las mencionadas anteriormente. Algunas flores tienen flores similares que son tóxicas. Por ejemplo, las flores del guisante de olor (Lathyrus) no son comestibles (a pesar de que su nombre incluye "guisante") y pueden confundirse con las flores comestibles del guisante. En caso de duda, consulte una referencia o fuente confiable.
-
Sin pesticidas: Esto es fundamental. Consuma únicamente flores cultivadas orgánicamente, sin pesticidas ni otros productos químicos. Las flores de floristerías, viveros (a menos que se vendan específicamente como comestibles) o de las orillas de las carreteras suelen estar tratadas con pesticidas o contaminantes. Las flores comestibles deben provenir de su propio huerto orgánico o de un proveedor de confianza. Si rocía sus rosas o caléndulas con insecticida, no son aptas para el consumo. Lo mejor es cultivarlas orgánicamente.
-
Partes comestibles: En muchos casos, solo ciertas partes de la flor son comestibles. Por ejemplo, en el caso de la caléndula y la caléndula, normalmente solo se utilizan los pétalos; los sépalos verdes o las bases blancas pueden ser amargos o incomestibles. En el caso de las violas y las capuchinas, generalmente se puede comer toda la flor. Pero siempre es importante verificarlo. Retire los pistilos y estambres (las partes centrales) de las flores más grandes, como las azucenas o las flores de calabaza, antes de consumirlas, ya que pueden ser amargas. En el caso de las flores pequeñas, esto no supone un problema.
-
Alergias: Al igual que con cualquier alimento nuevo, tenga en cuenta que las flores comestibles pueden causar reacciones alérgicas en algunas personas, especialmente en quienes tienen alergia al polen. Introdúzcalas en pequeñas cantidades si no está seguro de cómo reaccionará. Las personas alérgicas a la ambrosía, por ejemplo, podrían reaccionar a la manzanilla o la caléndula (de la misma familia, Asteraceae). Por lo tanto, es algo a tener en cuenta.
-
Limpieza: Lave las flores con cuidado antes de usarlas. Son delicadas. Remuévalas en un recipiente con agua fría para eliminar la suciedad o los insectos y luego séquelas sobre una toalla de papel. No use jabones ni detergentes. Lo ideal es recoger las flores en un momento fresco del día (por la mañana), cuando están más frescas y no están marchitas. Úselas poco después de recogerlas, ya que no se conservan bien una vez cosechadas.
-
Evite las tóxicas: Vale la pena mencionar algunas flores comunes de jardín que no son comestibles para evitar errores: por ejemplo, los lirios (los lirios de día son comestibles, pero los lirios verdaderos no), los narcisos, las azaleas, los rododendros, las dedaleras, las adelfas, los lirios, etc. Estas son estrictamente ornamentales. Incluso las flores comestibles suelen tener una cantidad limitada (no se comen a raudales, sino principalmente como guarnición). Por lo tanto, la moderación es fundamental, pero aun así, trátelas como un detalle especial en lugar de como un alimento básico.
En resumen, trate las flores comestibles como cualquier ingrediente alimentario: consígalas de forma segura, manipúlelas con higiene y sepa qué come. Así se asegurará de disfrutar al máximo sin efectos secundarios desagradables. Como regla general: consuma solo flores que usted o un cultivador experto haya cultivado específicamente para el consumo .
(Sugerencia de enlace interno: para obtener más detalles, consulte nuestra publicación sobre cómo recolectar y preparar flores comestibles de manera segura , que incluye una lista de especies venenosas similares que se deben evitar y consejos de cultivo orgánico).
Cultivando tus propias flores comestibles
Una de las mejores maneras de tener un suministro constante de flores comestibles es cultivarlas uno mismo. Por suerte, muchas flores comestibles provienen de plantas fáciles de cultivar en un huerto o incluso en macetas. Aquí tienes algunos consejos generales para cultivar las flores que comentamos:
-
Ubicación y suelo: La mayoría de las plantas de flores comestibles prefieren un lugar soleado (al menos 6 horas de sol) y un suelo bien drenado y moderadamente rico. Por ejemplo, las capuchinas se desarrollan mejor en suelos más pobres; si son demasiado fértiles, producirán más hojas que flores. Los pensamientos y las violas prefieren el clima fresco y toleran la semisombra. La borraja, la caléndula y el aciano florecen mejor a pleno sol. Las caléndulas adoran el sol y el calor. Por lo tanto, considere las necesidades de cada planta y agrupe las que tengan requisitos similares.
-
Siembra: Algunas flores, como la capuchina, la borraja y la caléndula, pueden sembrarse directamente a partir de semillas después de las heladas (son fáciles de cultivar). La capuchina tiene semillas grandes; remójelas durante la noche y plántelas a unos 2 cm de profundidad. La borraja y la caléndula se pueden espolvorear y cubrir ligeramente con tierra. El aciano y la caléndula también pueden sembrarse directamente o en semilleros. Los pensamientos y las violas suelen trasplantarse (o se siembran en interiores de 8 a 10 semanas antes de la última helada), ya que prefieren temperaturas más frescas y una ventaja inicial.
-
Riego y cuidados: Mantenga las plántulas húmedas hasta que se establezcan. Una vez que florecen, la mayoría de estas anuales agradecen la humedad constante para seguir floreciendo, pero no riegue en exceso (especialmente las capuchinas, ya que pueden pudrirse si están demasiado húmedas). Quite las flores marchitas con regularidad para estimular la aparición de más brotes. Esto es beneficioso para todos: mantendrá la producción recogiendo flores, que es justo lo que busca para la cocina. Por ejemplo, la caléndula seguirá floreciendo si las cosecha con frecuencia. Los pensamientos pueden ralentizar su crecimiento en veranos calurosos; si les da un poco de sombra por la tarde, podrían durar más.
-
Control de plagas: Si planea consumirlas, evite los productos químicos . Use métodos orgánicos: retire las plagas a mano, use jabón insecticida o neem si es absolutamente necesario (y seguro, pero lave bien las flores). Plagas comunes como los pulgones pueden aparecer en las capuchinas (suelen actuar como cultivo trampa). Puede rociarlas con agua. Las babosas pueden atacar las caléndulas y los pensamientos; use trampas de cerveza o tierra de diatomeas alrededor de las plantas. Esté atento y actúe a tiempo con controles no tóxicos.
-
Cosecha: La regla general es recolectar las flores cuando están más frescas, generalmente recién abiertas, pero aún sin marchitarse. Media mañana suele ser ideal: después de que el rocío se haya secado, pero antes de que el sol del mediodía las deje flácidas. Use tijeras limpias o córtelas con las uñas. Para guardarlas, algunas flores (como los pensamientos y las violas) pueden conservarse ligeramente envueltas en papel absorbente húmedo en un recipiente en el refrigerador durante uno o dos días. Otras, como las capuchinas, se marchitan rápidamente; es mejor usarlas el mismo día de la cosecha. Si necesita guardarlas durante unas horas, colocar los tallos en un frasco con agua en un lugar fresco puede revitalizarlas (excepto las que se suelen usar solo con los pétalos, como la caléndula, que se pueden colocar sobre una toalla).
Cultivar flores comestibles es realmente gratificante. No solo podrás comerlas, sino que tu jardín también estará repleto de abejas y mariposas que disfrutan de muchas de estas flores (la borraja y la caléndula son especialmente beneficiosas para las abejas). Es una hermosa sinergia entre jardinería y cocina.
(Sugerencia de enlace interno: consulte nuestro kit de jardín de flores comestibles , que incluye una selección curada de semillas (pensamiento, capuchina, caléndula, aciano) y una guía de plantación para ayudarlo a comenzar con un macizo de flores comestibles de 1 m²).
Decorar platos y bebidas con flores
Ahora viene la parte divertida: cómo usar estas flores para que tu comida luzca (y sepa) fantástica. Aquí tienes algunas ideas y consejos para decorar con flores comestibles :
-
Pasteles y postres: Las flores comestibles pueden convertir un pastel sencillo en un espectáculo. Por ejemplo, un pastel glaseado básico se puede decorar con un arreglo de pétalos y flores. Pensamientos, violetas, pétalos de rosa y acianos son los favoritos para este propósito. Si te preocupa que se marchiten, puedes aplicarlas en el último momento o confitarlas (pintarlas con clara de huevo y sumergirlas en azúcar superfino, dejar secar 24 horas) para conservar el color y la forma. Recuerda retirar las flores antes de consumirlas si han sido principalmente decorativas y no estás seguro de cuántas quieren comer tus invitados (excepto las confitadas, que se comen).
-
Ensaladas: Crea una ensalada vibrante añadiendo pétalos de caléndula (para un toque naranja y un toque suave) y flores de capuchina (para un color brillante y un sabor picante). Unas cuantas flores de cebollino (no mencionadas anteriormente, pero sí comestibles con sabor a cebolla) cortadas en ramilletes añaden un toque morado y sabor a cebolla. Las flores comestibles en ensaladas deben complementar las verduras de hoja verde; por ejemplo, las capuchinas con su sabor picante combinan bien con una lechuga mantecosa suave y una vinagreta cítrica. Consejo: No adereces una ensalada con demasiadas flores; añade el aliño ligeramente para evitar que los pétalos queden empapados y decolorados.
-
Cubitos de hielo y bebidas: Como se mencionó, flores pequeñas como violas, pensamientos, borraja y flores de hierbas se pueden congelar en cubitos de hielo. Use agua destilada hervida y luego enfriada para obtener un hielo más transparente que realce la floración. Estos cubitos flotando en una ponchera o en bebidas individuales causan sensación. También puede escarchar las copas de cóctel con azúcar fina y presionar uno o dos pétalos sobre el azúcar para crear un borde de flor seca. Las flores de hibisco producen un té o jarabe llamativo que se puede usar en cócteles (con un sabor ácido similar al arándano y un color rojo intenso), y puede decorar con una flor complementaria como una capuchina.
-
Platos principales y aperitivos: Las flores comestibles pueden adornar aperitivos como huevos rellenos, canapés, tablas de queso o incluso sushi (las flores de shiso son comestibles, por ejemplo, pero siguiendo nuestra lista: un bocado de pepino con queso crema y eneldo, coronado con una violeta, queda delicioso). Para los platos principales, piense en usar flores que evoquen un ingrediente: por ejemplo, un pollo a la parrilla con limón, con unas flores de albahaca limón o pétalos de caléndula para realzar el cítrico. O un plato picante con capuchina para darle un toque picante. También se pueden incorporar flores a las salsas: una salsa de pétalos de rosa para aves (algo común en la cocina persa), o lavanda, usada con moderación en una salsa cremosa para cordero (aunque la lavanda es potente).
-
Mantequillas y aceites florales: Un truco para una infusión y decoración sutil: prepara una mantequilla compuesta con pétalos comestibles. Por ejemplo, ablanda la mantequilla y añade flores de capuchina picadas (para darle color y un toque picante) y quizás una pizca de sal; vuelve a formar y deja enfriar. Ahora tienes una hermosa mantequilla moteada para servir con pan o fundir sobre verduras. Flores comestibles como la caléndula o el cebollino también se pueden infusionar en vinagre o aceite, no tanto por su sabor intenso (excepto que el cebollino le da sabor a cebolla al vinagre), sino por su estética y su ligero toque de sabor. Una botella transparente de vinagre de vino blanco con flores de borraja azul y cebollino morado suspendidas queda muy bonita en una encimera (pero debe conservarse refrigerada y consumirse en unos meses por seguridad).
-
Postres helados: Espolvorea pétalos en moldes para paletas junto con puré de frutas o yogur; el resultado será como pequeñas paletas de vidrio con flores. Asegúrate de que las flores sean aptas para alimentos y estén limpias, y no demasiado grandes (los pétalos delgados funcionan mejor). O, para una opción más sencilla, decora una bola de sorbete o helado con algunas flores frescas. Una bola de helado de fresa con un pétalo de rosa roja y una violeta queda muy elegante.
Al decorar, con poco se puede lograr mucho. Las flores deben realzar el plato, no recargarlo ni confundirlo. Piensa en su color, forma y tamaño en relación con lo que estás decorando. Además, asegúrate de retirar cualquier parte no comestible (como estambres o partes verdes duras) para que los comensales no tengan que lidiar con eso. Nota de seguridad: Informa siempre a los invitados cuándo una flor es comestible y cuáles son, por si tienen alergias o dudas.
Por último, recuerda que las flores comestibles se disfrutan mejor frescas. Si necesitas prepararlas con antelación, puedes recoger algunas y guardarlas entre toallas de papel húmedas en el refrigerador, como se indica, pero muchas empezarán a marchitarse al cabo de un día. Así que planifica la cosecha y la decoración cerca del momento de servirlas para obtener el máximo efecto.
(Para obtener más inspiración, consulte nuestra colección de recetas de flores comestibles , que incluye ideas paso a paso, como cubitos de hielo florales, flores confitadas y ensaladas de pétalos, además de fotografías para despertar su creatividad).
Las flores comestibles nos permiten disfrutar de un arcoíris mágico de la forma más poética. Cultivando algunas de estas plantas y siguiendo las pautas de uso seguro, puedes darle un toque de arte natural a tus creaciones culinarias. Diviértete experimentando: un toque de pétalos por aquí, una flor por allá, ¡y observa cómo platos comunes se transforman en experiencias extraordinarias!